Curioso por saber que son esos zumbidos llega a la habitación de la hijastra jugando con el vibrador, sin dudas requiere una verga real. Steve no puede seguir leyendo, ese molesto ruido no lo permite, oído privilegiado lo lleva a encontrar a Serena con esa cosa trabada entre las piernas. Esa chica ya puede dejar de entretenerse con juguetes y hacer uso del bulto que bajo el pantalón la espera. En cuanto lo tocó supo que estaba bien duro y grande, con la boca pudo constatar tamaño y rigidez. Él jugará un poco mas a hacer temblar labios vaginales, cara en sábanas levanta el culo abriendo nalgas para que se lo chupe un poco. Al comprobar que ya está goteando en cuatro penetró hasta el último centímetro escuchando el repetitivo si si si. Seguirán buscando otras posiciones donde ella demuestra que es una gran vaquera y que le encantan las corridas faciales.